LA ORQUIDEA AZABACHE DE CANNERY ROW
Que nadie llore al poeta
consiguió lo que quería,
era de madrugada
y en el callejón de atrás
la ciudad exalaba sus efluvios por las alcantarillas
como todas las noches,
en un charco de agua
surfeaban las luces de neón del Motel Sweet Dolly
como todas las noches,
junto al charco de colores
yacía el cuerpo del negro Joe
con dos besos de una Magnum
y otro de un Colt 45
que vertían su vida en el asfalto,
al lado del cuerpo aún caliente
una rata olisqueaba un envoltorio de Starbucks
en el que escrito con su sangre
se lee el nombre del asesino, AMOR
Xuanxo Ashraf Bardibia Garçelya
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